Trabajamos la motricidad fina

Una habilidad que favorece la coordinación de las manos

Los alumnos y alumnas de Infantil trabajan la motricidad fina, una de las habilidades contempladas en el currículum del IB (International Baccalaureate). En las siguientes imágenes, podéis ver los ejercicios de trazo que practican los niños de P5 aprendiendo a coordinar diferentes movimientos de grupos musculares pequeños con precisión y seguridad.

    

La motricidad fina ya aparece en los niños en una edad muy temprana: sobre el año y medio, y a los cinco años el abanico de opciones se ha ampliado. En ella intervienen y se relacionan las manos, los dedos, los ojos y el medio físico. Consiguiendo realizar movimientos de precisión y con un objetivo. En cierta forma, la motricidad fina diferencia al ser humano del resto de animales, permitiéndole desarrollar destrezas, resolver problemas, e incluso ha permitido el hito de la escritura. De ahí la importancia de ejercitar esta capacidad en edades tan tempranas, lo que les permitirá adquirir un control de los músculos de las manos (y de otras partes del cuerpo) para llevar a cabo con destreza todas las actividades que requieran cierta precisión.

Motricidad fina

Para el ejercicio de dicha motricidad, es posible llevar a cabo diferentes actividades, ya sean juegos de precisión, el moldeo con plastilina, o el uso de herramientas de dibujo o escritura. En todos estos casos, la coordinación de la mano como elemento motor y el objeto que nos ayuda a cumplir su objetivo son los que determinan el éxito de la actividad: cortar papel con tijeras, abrocharse los botones más pequeños, atarse los cordones, caligrafía, uso de los cubiertos…serán los logros que estos ejercicios nos proporcionarán.

Motricidad fina ejercicios